Mucha gente opina que los humanos somos distintos de los animales. Sin embargo, debemos aceptar que nosotros también somos animales. Entonces, ¿en qué somos diferentes y en qué somos iguales?
1.¿QUÉ SON LOS ANIMALES?
1.1. LAS CONCEPCIONES DE LA BRECHA.
Seguro que todos hemos oído expresiones como: eso no lo hacen las personas, es cosa de animales; es un bestia. Censuran un comportamiento que se considera impropio de humanos. Los animales suelen concebirse en negativo, como lo opuesto a los humanos. Por eso también decimos “las relaciones de los humanos con los animales”. Parece que existe una gran brecha entre la naturaleza del ser humano y la de los animales en la consideración que merecen unos y otros.
El ejemplo más claro de esta mentalidad lo encontramos en filósofos de inicios de la Edad Moderna, como Descartes o Malebranche. Afirmaban que, a diferencia de los humanos, los animales no tenían mente, lo cual los convertía en una especie de autómatas o máquinas perfectas.
Como no tenían conciencia, los animales no tenían sensaciones, y cuando evitaban golpes o heridas no se debía a que sintiesen dolor, sino a que habían sido creados para preservarse a sí mismos. Huir era un reflejo. Les pasaba como cuando nos anestesian y no sentimos las incisiones del cirujano.
Según esa mentalidad, no disponían de ninguna de las funciones que acompañan a la conciencia. No tenían la capacidad de decidir, ni voluntad, ni moral. Solo los guiaba el instinto. Tampoco estaban dotados de inteligencia: no podían realizar operaciones aritméticas ni geométricas, y no eran capaces de construir instrumentos ni de utilizarlos.
Carecían también de identidad personal. Su falta de imaginación los incapacitaba para tener previsión del futuro y mantener recuerdos del pasado. No eran conscientes de su propia muerte y, por eso, no la podían temer. Vivían en rebaños o mandas, sin relaciones entre los individuos ni forma de sociedad alguna, salvo excepciones como las hormigas o las abejas. No tenían lenguaje, solo gritos en forma de bramidos, ladridos, aullidos, relinchos, piulidos...
1.2. LAS CONCEPCIONES DE LA CONTINUIDAD.
En cambio, hay quien sostiene que no existe ningún abismo entre humanos y animales. Por ejemplo, hay quien cree en la transmigración, que significa que cuando un ser vivo muere, su alma pasa (transmigra) a otro ser vivo, se reencarna animando el nuevo cuerpo, que puede ser humano o animal. El budismo y el hinduismo sostienen la transmigración de las almas, como en la Antigüedad lo hicieran el pitagorismo y el platonismo.
A principios del siglo XIX, el filósofos J. Bentham (1748-1832) defendía que la capacidad de experimentar placer y dolor eran común a humanos y animales, y que, por eso, les debíamos evitar el dolor y el sufrimiento. En el mismo siglo, Schopenhauer y Nietzsche propusieron que teníamos que aprender de la serenidad y de la fuerza vital de los animales.
La teoría de la evolución de las especies de C. Darwin estableció científicamente la continuidad entre los animales y los humanos.
Según Darwin, las especies actuales provienen de especies anteriores. Los seres humanos tenemos antepasados comunes no solo con los monos, sino también, en diferentes grados, con otros mamíferos, las aves, los peces, etc. Por eso, en lugar de decir humanos y animales, sería más propio hablar de animales humanos y animales no humanos.
1.3.EL ANTROPOMORFISMO.
Se han atribuido cualidades humanas a los animales: la astucia al zorro, el valor al león, la sabiduría a la lechuza o la nobleza a los caballos. Aunque la teoría de Darwin sugería que los animales podían tener cualidades humanas, se consideraba científicamente poco riguroso observarlos como si tuviesen conciencia, intenciones y moralidad.
Atribuir a los animales cualidades consideradas específicamente humanas se denomina antropomorfismo (“dar forma humana”).
2.¿HAY MENTES ANIMALES?
2.1. MENTE Y CEREBRO.
La teoría de la evolución da por supuesta la continuidad entre las especies. Los rasgos anatómicos, fisiológicos y conductuales de una especie son similares a los de especies anteriores.
Podemos decir que características humanas como la conciencia, la construcción de instrumentos, el pensamiento abstracto, la identidad personal, la conciencia moral, etc., deberían estar presentes de alguna forma en los antepasados comunes de otras especies actuales cercanas a la nuestra. Por tanto, esas otras especies podrían haber heredado características similares.
Si adoptamos las perspectivas del emergentismo (teoría que defiende que la mente surge del funcionamiento del cerebro, aunque una vez que ha surgido, tiene un funcionamiento relativamente autónomo) o del epifenomenalismo (teoría que defiende que la mente es solo un producto del funcionamiento del cerebro, y tiene poca o nula influencia en la conducta), que defienden que la mente surge del cerebro, podemos pensar que estructuras cerebrales semejantes darán lugar a características mentales parecidas. Y ya que los humanos no tenemos ninguna estructura cerebral diferente a la de muchos otros animales, como los mamíferos y las aves, no hay ninguna base para afirmar que haya características exclusivamente humanas.
Esto no significa que esos animales tengan exactamente las mismas características mentales que los humanos. Puede haber diferentes niveles de conciencia, de inteligencia y de dinámica mental.
Las diferencias entre humanos y no humanos son de grado, no de tipo.
2.2. EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO.
La capacidad de sufrir es común en todos los animales dotados de sistema nervioso. La capacidad de captar estímulos nocivos, que se da en receptores neuronales específicos (nocicepción), es diferente de la capacidad de sentir dolor. Una medusa, que no tiene sistema nervioso, y una lombriz captan estímulos nocivos y huyen y los evitan. Pero parece poco razonable afirmar que experimentan dolor.
Asimismo, parece poco razonable sostener que los animales dotados de sistema nervioso complejo, como los mamíferos y las aves, no sienten dolor. ¿Cómo se explica, si no, que en la investigación farmacológica se utilicen animales para experimentar con analgésicos y anestésicos antes de aplicarlos en humanos?
2.3. LA IDENTIDAD PERSONAL.
Un gato o un gallo atacan el reflejo de sus imágenes en un espejo. A otros animales les resulta indiferente. En cambio, gracias a los experimentos del psicólogo norteamericano Gordon Gallup en 1970, se sabe que los chimpancés se reconocen a sí mismo en el espejo.
El test del espejo se ha repetido con otros animales, como orangutanes, elefantes y delfines, y en todos los casos se han obtenido muestras de autoreconocimiento. Su comportamiento indica que captan que la imagen que ven reflejada en el espejo es la suya.
El autoreconocimiento evidencia una cierta conciencia de identidad personal, de ser un individuo diferenciado del resto y, por tanto, ser sujeto de recuerdos, intenciones y acciones en un sentido parecido al humano.
2.4. OTRAS CAPACIDADES COGNITIVAS Y SOCIALES.
Asimismo, se han establecido de forma fiable otras capacidades que antes se creían específicamente humanas. Por ejemplo, los chimpancés pueden distinguir entre apariencia y realidad. También pueden anticipar las intenciones de otro chimpancé (o humano) observando la dirección hacia donde mira.
Hasta hace poco, se pensaba que las únicas relaciones entre los animales eran la de las madres con los cachorros y la de la lucha entre machos por el acceso a las hembras.
Sin embargo, en elefantes, bonobos, leones, etc., se han descubierto estructuras familiares complejas. En lobos, primates y elefantes se han descrito estructuras sociales con diversos estatus en lo que respecta a la dirección del grupo y las relaciones de amistad.
Esas estructuras sociales implican un reconocimiento diferenciado de cada miembro del grupo, incluso en grupos de decenas de individuos, como en el caso de los babuinos. También se ha observado el duelo por la muerte de algún miembro del grupo en elefantes, gorilas y chimpancés, tanto en cautividad como en su hábitat natural.
Además, se ha establecido que en las relaciones sociales de bonobos y chimpancés se da lo que se puede considerar, sin antropomorfismo, un comportamiento moral. Por ejemplo, la petición de reconciliación entre dos chimpancés que se han peleado, el consuelo a algún individuo herido, la cooperación y la reciprocidad, la compasión y un cierto sentido de la justicia que lleva a un bonobo a rechazar una recompensa recibida hasta que no la recibe también un compañero que la merece tanto como él.
Por todo esto podemos concluir que, si los humanos tienen mente, los animales también la tienen, aunque en diferentes grados según las especies.
3.¿DEBEN PREOCUPARNOS LOS ANIMALES?
3.1. HUMANOS, ANIMALES, PERSONAS.
A menudo utilizamos ser humano y persona como sinónimos, pero tienen sentidos diferentes. Ser humano se refiere, quizá de una forma un poco solemne, a un miembro de la especie biológica Homo sapiens. En cambio, persona es una categoría moral, política y jurídica.
Una persona es un ser racional, libre, único e irrepetible.
Por eso, se considera que una persona merece un respeto incondicional, lo que significa que no puede ser tratada como un medio. Es sujeto moral autónomo y responsable. Es sujeto de derechos, por lo que disfruta de la protección de la ley y puede actuar con eficacia jurídica. Como sujeto político, se le reconoce la capacidad de participar en la vida política. La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 establece que todos los miembros de la especie humana son personas.
Ahora bien, ¿son los humanos los únicos animales que pueden disfrutar de la condición de personas? Los descubrimientos sobre la mente animal que acercan a animales humanos y no humanos nos hacen pensar si no sería necesario extender algunos aspectos del concepto de persona y el respeto que merece a los animales que tienen características más cercanas a las humanas: grandes simios (chimpancés, bonobos, gorilas, orangutanes), elefantes, ballenas y delfines. De hecho, en Europa y Estados Unidos, la legislación reciente prohíbe la experimentación que implique la muerte de grandes simios.
Y aunque no tengan características cercanas a los humanos, ¿tenemos que adoptar algunos criterios morales en relación al trato que les damos?
3.2. LAS POSICIONES EN DEFENSA DE LOS ANIMALES
Las posiciones en defensa de los animales se basan en la combinación de diversos criterios morales. A grandes rasgos, las posiciones son estas:
*El conservacionismo: sostiene que es necesario conservar las especies animales y sus hábitats naturales.
*Los amantes de los animales: les gusta el trato con los animales y su posesión como animales de compañía.
* El animalismo: defiende que los animales tienen intereses tan importantes como los humanos, que es necesario tener en consideración.
Se puede ser amante de los animales y no estar en contra de la caza, la pesca o la corrida de toros. En cambio, una persona animalista sí lo estaría, aunque es posible que no fuera aficionada a tener animales en casa. Una persona conservacionista podría aceptar comer carne o estar a favor de la caza, y a la vez promover la protección de la fauna de un hábitat concreto.
Veamos ahora algunos de los criterios morales que se pueden adoptar en nuestra relación con los animales no humanos:
*Criterio del derroche.
*Criterio de la degradación moral del espectador.
*Criterio emotivista.
*Criterio utilitarista.
*Criterio de los derechos.
3.3. EL CRITERIO DE DERROCHE Y DE LA DEGRADACIÓN MORAL DEL ESPECTADOR.
Un primer criterio moral es considerar a los animales como un recurso que no se puede derrochar. La prohibición del derroche prescribiría que si nos compramos un gato, lo tenemos que alimentar y cuidar; si pescamos un pez, nos lo tenemos que comer. No tendríamos que cazar animales salvajes. A la hormiga, en el bosque, hay que respetarla, pero en la cocina, no.
Extinguir una especie animal también se puede considerar como una forma de derroche, y por ese motivo el conservacionismo defiende evitar actividades que antes se consideraban propias de amates de la naturaleza, como las colecciones de insectos o de mariposas, y la prohibición de la captura y del comercio de especies en peligro de extinción.
En lo que respecta al segundo criterio, los espectáculos que se basan en el sufrimiento animal degradan moralmente a quienes disfrutan de ellos. Promueven la indiferencia al dolor ajeno, disminuyen la compasión natural y alientan la crueldad. Por eso hay que reducirlos o suprimirlos. También se degrada quien hace sufrir a un insecto o maltrata a un animal doméstico.
3.4. EL CRITERIO EMOTIVISTA.
El emotivismo es una teoría ética que considera que las emociones son el fundamento de la moral.
La benevolencia, la compasión, la empatía son emociones en las que se basan deberes morales como la solidaridad, la protección de los débiles y la ayuda a quien la necesita.
Según esta visión, el grito de un animal herido, atrapado en una trampa o sediento, no es un sonido sin más, sino una interpelación moral que se nos hace, una llamada a nuestra compasión para aliviar su dolor, devolverle la libertad o darle de beber.
3.5. EL CRITERIO UTILITARISTA.
El utilitarismo es una teoría ética que propone que la finalidad de la acción moral debe ser aumentar el bienestar y disminuir el sufrimiento del mayor número de individuos.
Puesto que compartimos la capacidad de sentir placer y dolor con los animales, propone que también debemos tener en cuenta el sufrimiento y el bienestar de todos los animales.
Según el utilitarismo, en las situaciones en que existe un conflicto de intereses entre un animal y un humano, debemos decidir tras comparar la importancia de los intereses en conflicto. Los intereses de cada individuo humano o no humano se pueden ordenar según una escala de importancia:
*triviales como la diversión;
*reemplazables como la experimentación ;
*importantes como la alimentación, y
*cruciales como el sufrimiento o la muerte.
3.6. APLICACIONES DEL CRITERIO UTILITARISTA.
Por ejemplo, un espectáculo basado en el sufrimiento de un animal es rechazable moralmente, ya que el interés de un animal en no sufrir es más importante que el del humano en gozar del espectáculo, que es trivial.
En lo que respecta al uso de animales en experimentación, dado que el confinamiento, el sufrimiento e incluso la muerte que podría requerir un experimento atentan contra el interés crucial de los animales en no sufrir, no se debe experimentar para satisfacer intereses menos importantes de los humanos o que puedan ser reemplazados.
Se conocen los grados de toxicidad de todos los compuestos con que se elaboran los cosméticos y los productos de higiene y limpieza. Por eso, un nuevo producto que use alguno de ellos no es necesario que sea testado.
Según los criterios utilitaristas, incluso los animales que acabarán en el matadero deben llevar una vida adecuada a su especie y no sufrir privaciones o incomodidades evitables. Un utilitarista aceptaría comerse a un animal sin noción de identidad personal, como un toro, si hubiese sido sacrificado sin dolor.
Ahora bien, la ganadería intensiva dificulta que los animales puedan vivir de forma adecuada a su especie, lo cual pone en cuestión esta fuente de carne barata. Por eso, aplicar un criterio utilitarista requeriría una disminución de la presencia de carne en la dieta de los países más desarrollados. La razón es que para un animal es crucial no sufrir. Además, hay quien piensa que el interés de los humanos en comer carne es reemplazable.
3.7. EL CRITERIO DE LOS DERECHOS.
Finalmente, hay quien defiende que los animales tienen derechos que hay que respetar, como el derecho a la vida, a no ser torturado ni a sufrir privaciones, y a vivir una vida acorde con su especie. Pese a no considerar que todos los animales tienen derechos, nuestras leyes de protección animal establecen que los gatos y los perros tienen derecho a no ser matados en virtud de haber sido fieles compañeros de los humanos desde hace milenios.
Pero hay quien va más lejos y defiende que todos los animales son sagrados, es decir, que merecen un respeto absoluto y, por tanto, tienen el mismo valor que una persona humana. Según ellos, considerar que un humano tiene preferencia sobre cualquier animal es un tipo de especismo.
El especismo es un término similar a racismo o sexismo, que consiste en considerar injustificadamente que la especie propia es superior a las demás.
Rechazar el especismo implica sostener, por ejemplo, que la experimentación médica se haga con humanos, no con ratas de laboratorio.
4.¿ANIMAL O HUMANO?
4.1. UNA EXCUSA PARA LA DISCRIMINACIÓN.
Los defensores de la concepción de la brecha no podían dejar de reconocer que existía una parte animal que se revelaba en las necesidades del cuerpo, como el hambre o la ser; en las pasiones, como el miedo, la ira o la sexualidad. Desde el ámbito religioso, se propugnaba la renuncia a los placeres de los sentidos y la lucha contra la parte animal.
Esa mentalidad se unía a creencias en seres mitológicos: los centauros, mitad hombre, mitad caballo; los sátiros, que tenían patas de cabra; el minotauro, testa de toro; las sirenas, cola de pez; la esfinge, cuerpo de león y cola de serpiente; los hombres lobo...
Pensar que los humanos tenemos una parte animal se ha utilizado para justificar muchas discriminaciones. Se ha reforzado el sometimiento de las mujeres afirmando que su capacidad para alumbrar las acercaba a la naturaleza animal y eso las alejaba de la plena posesión de las cualidades racionales, que eran atributo de los hombres. Esa era la excusa que justificaba la obediencia exigida por los hombres, la falta de libertad y el menosprecio a sus tareas.
Del mismo modo, el trato inhumano a los esclavos africanos se defendía afirmando hipócritamente que eran como animales, y que, por tanto, no tenían sentimientos y eran menos sensibles al dolor, el sufrimiento y la fatiga. De esa forma se intentaban justificar los trabajos penosos y el trato cruel que tenían que soportar.
La consideración como humanos inferiores o deshumanización también justificó el genocidio de muchos pueblos indígenas perpetrado durante la colonización europea. Se alegaba que eran salvajes similares a animales, y que por eso no merecían ningún respeto.
4.2. ¿LA HUMANIZACIÓN DE LOS ANIMALES?
Irónicamente, la deshumanización de los humanos se ha compatibilizado con la humanización de los animales domésticos. Se ha llegado a considerar más persona al animal de compañía que a otros seres humanos, hasta extremos aberrantes como el de Hitler, que se proclamaba amante de los animales mientras ordenaba el genocidio judío y obligaba a su ejército a resistir hasta la muerte.
Hay quien considera persona a su animal de compañía: el perro, el gato, el hámster, la tortuga o la iguana. Tienen nombres propios, se les habla, tienen su sitio en el hogar y, cuando mueren, reciben un funeral como si fuesen humanos.
Hay que pensar si esos animales no tienen que pagar un precio demasiado alto por nuestras atenciones: el enjaulamiento, la soledad respecto a otros congéneres, la falta de experiencias sexuales, el abandono....
5. ACTIVIDADES.
1.Escribe en un máximo de 20 líneas el argumento de un cuento, fábula o película donde salgan animales. ¿Qué visión da de ellos? ¿Sigue una concepción de la brecha o de la continuidad? ¿Se da antropomorfismo?
2.Comenta el siguiente texto: “En los animales no hay ni inteligencia ni alma como se entienden de ordinario. Comen sin placer, se quejan sin dolor, crecen sin saberlo; no desean nada, no tienen nada, no conocen nada; y si actúan de forma que indica entendimiento es porque habiéndolo creado Dios para que se conserven, ha formado su cuerpo de forma que eviten maquinalmente y sin temor todo lo que es capaz de destruirlos” (Nicolás Malebranche. Sobre la búsqueda de la verdad)
3.¿Podemos afirmar que los peces no sienten dolor? ¿Es posible que no sepamos identificar cuáles son sus muestras de dolor? ¿Cómo podríamos resolver el problema?
4. ¿Son los humanos los únicos animales que pueden disfrutar de la consideración de persona? Razona tu respuesta.
5. Busca información en internet sobre el proyecto Gran Simio.
6. Busca en internet algunos de los problemas de la ganadería intensiva.
7. Busca en internet cómo se llama el libro escrito por Peter Singer en 1975 en defensa de los animales.
8. ¿Hacia que posición o combinación de posiciones sobre el trato a los animales te inclinas? Sostenla con argumentos y ponla por escrito.
9. Hay quien defiende con pasión a los animales, pero ¿no deberíamos empezar por defender a los humanos, que con eso ya tenemos suficiente trabajo?
10 Lee esta noticia publicada en un diario de 1976 y responde las preguntas:
“La ama de casa londinense Barbara Carter, ganadora de un concurso benéfico con el que vio cumplido su deseo de besar y abrazar a un león, ingresó el miércoles por la noche en el hospital conmocionada y con varias heridas en el cuello. La señora Carter, de 46 años, había sido invitada el mismo miércoles al recinto de los leones del Safari Park de Bewdley. Al agacharse para abrazar a la leona Suki, el animal se le abalanzó y la tiró al suelo. Según manifestaron los vigilantes más tarde, “parece que nos equivocamos al juzgar a esta leona. ¡Siempre la habíamos considerado totalmente mansa!”.
a) ¿Qué prejuicios sobre los animales crees que tenía la señora Carter?
b) ¿La conducta de la leona respondía a sus prejuicios?
c) ¿Es un prejuicio pensar que la leona es moralmente responsable de la agresión? ¿Por qué?
11.”Los vigilantes de un zoo observan que un delfín nada directamente contra el vidrio del acuario y lo golpea violentamente con el morro. Esa parte del cuerpo de los delfines es muy sensible, por lo que piensan que se ha hecho mucho daño. Sin embargo, el delfín vuelve a golpear una y otra vez, pese a empezar a dejar un rastro de sangre.”
¿Qué explicación se le puede dar? ¿Ha enloquecido? ¿Quiere escaparse? ¿Pretende suicidarse? ¿Quiere llamar la atención sobre alguna cosa? ¿Es un mensaje?
12.¿Serías capaz de llevar a cabo alguna acción en contra del maltrato animal? ¿Cuál?
13. Busca en internet algún documental, corto.... sobre el tema.
(Beltrán del Rey J. - Domingo Belando A. Filo 4. Editorial Vicens- Vives. 2017.)